Él mismo
Jerry Bridges, en su libro: Confiando en Dios aunque la vida duela, menciona que se ha descrito que “La vida es como una cortina gruesa en nuestro camino, que poco a poco se va descubriendo. La cortina algunas veces revela los hechos tal como los hemos esperado; con frecuencia nos muestra acontecimientos inesperados y no deseados, que pueden inundar nuestra vida de ansiedad, frustración, angustia y dolor”.
Recordé esta descripción al pensar en la cita que tuvimos con la doctora, en la que esperábamos escuchar el latido de nuestro bebé y salimos con la fría noticia que había dejado de crecer y tuvimos una pérdida temprana. Hasta estar ahí nadie sabía esto, pero Dios sí. Todo se sentía nublado, turbado, incierto y diferente, para Dios nada había cambiado. Su voluntad en amor, soberanía y poder, seguía igual.
“Si el Señor no hubiera sido mi ayuda, Pronto habría habitado mi alma en el lugar del silencio. Si digo: «Mi pie ha resbalado», Tu misericordia, oh Señor, me sostendrá. Cuando mis inquietudes se multiplican dentro de mí, Tus consuelos deleitan mi alma”. Salmo 94:17-19
Conforme ese día terminó y la claridad de la mañana siguiente entró por la ventana así la Luz de Su verdad también empezó a iluminar nuestro corazón. Pudiendo ver cómo Dios nos preparó para esa cita sin darnos cuenta. Leímos una noche antes “Las maravillas de Dios en el pasado consuelan en el presente” en el Salmo 77 y cantamos la canción “Vivir es Cristo”. Cuando en la prueba sentimos que resbalamos, ¿de dónde podemos agarrarnos para no caer?. Dios ya nos está sujetando, por medio de Su Palabra, por eso no desaprovechemos los tiempos de calma en los que podemos leer la Biblia, porque eso usará Dios para ubicarnos en Él.
Durante los días de espera por este bebé leí Salmos 100 al 115, donde encontramos muchas verdades del carácter de Dios, para confiar y recordar:
Dios es nuestro creador, nosotros no nos podemos hacer a nosotros mismos y Él siempre actúa en Misericordia y Fidelidad, aún en la pérdida. Salmo 100
Dios es Santo, no habría posibilidad de acercarnos a Él sino fuera porque Él se acercó a nosotros en la obra de Jesús, así encontramos la mayor muestra de su amor para refugiarnos en nuestro dolor. Salmo 101
Nuestros días cambian de un momento a otro, pero Dios permanece para siempre. Dios establece los fundamentos de todo, por eso podemos confiar que nos conoce. Salmo 102
Dios es compasivo y clemente, lento para la ira y grande en misericordia, por eso no nos trata como merecemos, sino como un padre lleno de amor y bondad, que nos lleva en cada circunstancia hacia Él para rescatar nuestro corazón. Salmo 103
Dios es el fundador de todo, por eso podemos confiar que Él sostiene todo, lo que vemos y lo que no vemos, nada sucede si Él no lo ordena y eso incluye cada detalle de nuestra vida. Salmo 104
Dios es Fiel, cumplió lo que prometió para llevar a cabo su plan de redención al pueblo de Israel y continúa en nuestra vida hasta el día de hoy. Salmo 105
Así como el pueblo de Israel, nosotros olvidamos, nos quejamos y cuestionamos a Dios, especialmente en nuestro sufrimiento, pero Dios es Bueno siempre. Él no puede dejar de obrar en bondad y por amor a Su Nombre nos salva, para que Él sea conocido y alabado por sus muchas misericordias. Salmo 106
Dios es libertador, en muchas aflicciones nos sentimos cautivos, pero no sin esperanza porque la libertad la tenemos en Cristo, Quien nos liberó de nuestro pecado, entregando el mayor favor y misericordia. Salmo 107
Dios es nuestra ayuda segura, cualquier otra fuente en la que tengamos nuestra confianza va a terminar, por su gran misericordia y verdad, nuestros ojos solo pueden estar en Él. Salmo 108
Dios es el único juez, por amor de su nombre actúa y permite todo. Salmo 109
Dios es Rey, está por sobre todo y mueve el corazón de todos, para que Cristo sea exaltado. Salmo 110
Dios es Redentor, cumple con justicia su pacto de rescatarnos, por eso confiamos que todos sus mandamientos son verdad y que en Su Palabra encontramos sabiduría y paz. Salmo 111
Dios es clemente, misericordioso y justo, nuestra seguridad al recibir malas noticias está en Él. Salmo 112
Dios es Excelso, Altísimo, y aun así ve desde el cielo y se compadece de nuestra condición, para hacernos en Jesús de su familia. Salmo 113
Dios es poderoso, la tierra responde ante su presencia, Él puede hacer todo de la nada, dar agua donde no hay, luz en las tinieblas, vida y esperanza eterna. Salmo 114
Dios está en el cielo y hace lo que le place, y eso está lleno de Misericordia, Él es nuestra ayuda y escudo, solo en Él puede estar nuestra confianza. Salmo 115
Los animo a leer todos estos salmos y a orar que en las pruebas que Él ya tiene diseñadas para nuestra vida, podamos ver su provisión oportuna en conocerlo más por medio de la Biblia y maravillarnos que se acerque a nosotros dándonos justamente La Palabra o recursos centrados en ella para cada día y así sentir el aliento de vida en nuestro corazón y satisfacer nuestra sed, con Él mismo.
Escrito por: Ligia de Espinoza